Una división especial de la policía italiana arrestó a varios delincuentes por realizar estafas del tipo phishing, descubriendo una red que operaba en varios países de Europa.
La Guardia di Finanza es una fuerza especial de policía de Italia. Es un Cuerpo Militar, dependiente directamente del Ministro de Economía y de Finanzas. Desarrolla tareas de policía judicial y seguridad pública en el ámbito económico y financiero. Dentro de la misma hay varios departamentos que se encargan de la lucha contra las drogas, el terrorismo, organizaciones criminales y ciber criminales.
El Comando Provincial de la Guardia de Finanza de Milano en su comunicado oficial, menciona que detuvieron a 26 sospechosos de delinquir o ser cómplices en estafas de phishing. De las personas arrestadas, 18 eran ciudadanos italianos y los restantes de otros países de Europa.
Uno de los responsables confesó durante su interrogatorio haber enviado correos electrónicos simulando ser una entidad bancaria italiana (Poste Italiane), para conseguir de los clientes de la misma sus datos confidenciales. Estos eran posteriormente utilizados para transferir los montos existentes a tarjetas electrónicas PostePay, que otros miembros de la organización activaban. Con ellas, los cómplices iban a los casinos y compraban fichas de alto valor obteniendo dinero "sólido". Los países en que se realizaban los movimientos eran Italia, Alemania, Austria y Grecia.
La Guardia de Finanzas habría vigilado la activación de las tarjetas dentro de Milán y posteriormente en todo el territorio italiano.
El daño estimado a tres cuentas en el área de Milán asciende a los 65.000 euros.
Los investigadores ya han identificado varias instituciones de crédito donde los cibercriminales depositaban sus ganancias ilícitas y ya se ha recuperado buena parte de las mismas.
El Comando Provincial de la Guardia de Finanza de Milano en su comunicado oficial, menciona que detuvieron a 26 sospechosos de delinquir o ser cómplices en estafas de phishing. De las personas arrestadas, 18 eran ciudadanos italianos y los restantes de otros países de Europa.
Uno de los responsables confesó durante su interrogatorio haber enviado correos electrónicos simulando ser una entidad bancaria italiana (Poste Italiane), para conseguir de los clientes de la misma sus datos confidenciales. Estos eran posteriormente utilizados para transferir los montos existentes a tarjetas electrónicas PostePay, que otros miembros de la organización activaban. Con ellas, los cómplices iban a los casinos y compraban fichas de alto valor obteniendo dinero "sólido". Los países en que se realizaban los movimientos eran Italia, Alemania, Austria y Grecia.
La Guardia de Finanzas habría vigilado la activación de las tarjetas dentro de Milán y posteriormente en todo el territorio italiano.
El daño estimado a tres cuentas en el área de Milán asciende a los 65.000 euros.
Los investigadores ya han identificado varias instituciones de crédito donde los cibercriminales depositaban sus ganancias ilícitas y ya se ha recuperado buena parte de las mismas.
La Flecha (20-07-2007)
