El viernes 8 de mayo, la Universidad de California, Berkeley, declaró que varios hackers extranjeros habían accedido a una base de datos con información médica y otros datos personales de 160.000 estudiantes, ex alumnos y sus familias.
Entre los datos robados se incluían los números de la seguridad social, información del seguro médico, los historiales de vacunación y los nombres de algunos de los médicos que realizaron diagnósticos o recetaron tratamientos a los pacientes. Sin embargo, los historiales personales, como los tratamientos y las terapias, estaban almacenados en un sistema distinto supervisado por los servicios sanitarios universitarios (University Health Services) y no se vieron afectados por el incidente.
La base de datos fue comprometida desde el 9 de octubre de 2008 hasta el 9 de abril de 2009, cuando un administrador TIC del campus descubrió unos mensajes que habían dejado los hackers. La universidad notificó inmediatamente a las víctimas lo ocurrido mediante mensajes que incluían consejos para impedir el robo de identidad.
Entre los datos robados se incluían los números de la seguridad social, información del seguro médico, los historiales de vacunación y los nombres de algunos de los médicos que realizaron diagnósticos o recetaron tratamientos a los pacientes. Sin embargo, los historiales personales, como los tratamientos y las terapias, estaban almacenados en un sistema distinto supervisado por los servicios sanitarios universitarios (University Health Services) y no se vieron afectados por el incidente.
La base de datos fue comprometida desde el 9 de octubre de 2008 hasta el 9 de abril de 2009, cuando un administrador TIC del campus descubrió unos mensajes que habían dejado los hackers. La universidad notificó inmediatamente a las víctimas lo ocurrido mediante mensajes que incluían consejos para impedir el robo de identidad.
Channel Web (08-05-2009)