"Lo más común que nosotros vemos cuando investigamos brechas de datos es el uso de ingeniería social para obligar al usuario a hacer algo que facilite la infección de malware sin que sea consciente de ello" afirma Raj Samani, EMEA CTO de Intel Security, asesor el Centro Europeo del Cibercrimen de la Europol y autor del informe.
Paul Gillen, Director de Operaciones del Centro Europeo del Cibercrimen de la Europol también comenta que "los cibercriminales no necesitan necesariamente un gran conocimiento técnico para conseguir sus objetivos. Confían en la manipulación psicológica para infectar los ordenadores de las víctimas a través de phishing, por ejemplo. Dichas víctimas son persuadidas para que abran adjuntos aparentemente legítimos o pulsen en un enlace en el cuerpo del correo electrónico que parece proceder de fuentes conocidas".
Qué es la ingeniería social y categorías
Se trata de un conjunto de técnicas psicológicas y habilidades sociales utilizadas de forma consciente y premeditada por los cibercriminales para la obtención de información de terceros. Podría denominarse también como el sutil arte del engaño llevado a cabo a través de los usuarios, que en definitiva son el eslabón débil y que nos son conscientes del daño que pueden provocar. Un ataque que utilice ingeniería social puede dividirse en dos categorías:
- Hunting: el objetivo es extraer información a través de una interacción mínima con el objetivo. Este enfoque generalmente implica un solo contacto entre el atacante y la víctima, y termina una vez que se ha conseguido la información.
- Pharming: en este caso el objetivo es establecer una relación continuada en el tiempo para "exprimir" al máximo a la víctima y extraer gran cantidad de información.
El informe también destaca un notable aumento en la sofisticación de las técnicas de ingeniería social. De hecho, los Laboratorios McAfee Labs han identificado un aumento en el uso de URLs sospechosas, con más de 30 millones identificadas a finales de 2014. Este aumento es atribuido al uso de nuevas URLs cortas, que con frecuencia esconden sitios web maliciosos y un aumento de las URLs de phishing. Estas URLs esconden en realidad el verdadero destino del enlace y suelen ser utilizadas por los cibercriminales para engañar a los empleados de las empresas. Es razonable preocuparse, teniendo en cuenta que un 18% de los usuarios está siendo víctimas de dichos emails de phishing.
El equipo de 500 investigadores de los laboratorios de McAfee Labs de Intel Security destaca el hecho de que dos tercios de los emails de todo el mundo son ahora spam destinado a la extorsión para obtener dinero e información confidencial del receptor. Esto supone que los consumidores y empleados deben estar alerta contra el phishing.
Según Javier Perea, regional director de Intel Security España, "las amenazas de ingeniería social son peores que el malware más intrusivo, ya que es más difícil protegerse frente a ellas. Especialmente porque el objetivo son las personas, no solo el sistema. En este sentido, la forma más eficaz de protegerse frente a estas amenazas es estar informado, y las empresas deben impulsar la educación en materia de seguridad, con el fin de mitigar los riesgos."