Dos hombres han sido detenidos por los Mossos d'Esquadra acusados de phising, conseguir datos de tarjetas de crédito por Internet y utilizarlos para, en este caso, retirar 21.500 euros de una cuenta de un vecino de Talavera de la Reina (Toledo), ha informado la policía autonómica. El Juzgado de Instrucción en funciones de Gavà ha decretado el ingreso en prisión de los dos hombres.
La detención de Maxim S., de 24 años y nacionalidad rusa, y Yury P., de 37 y ciudadano bielorruso, se produjo el pasado día 5, cuando intentaban cobrar la transferencia por el citado importe en un banco de Gavà. El personal de la oficina sospechó de ambos y se puso en contacto rápidamente con la policía, lo que facilitó su detención.
Facilitar las claves bancarias
Los Mossos imputan a los detenidos, vecinos de esta localidad barcelonesa y sin antecedentes, un delito de estafa mediante el método conocido como phishing (pesca electrónica), un fraude que se lleva a cabo mediante un correo electrónico o mensajería instantánea en el que se piden los datos sobre una tarjeta de crédito y las claves bancarias. Los estafadores suelen utilizar argumentos relacionados con la seguridad de la entidad para convencer al usuario de que les facilite sus claves bancarias.
Una vez consiguen los datos, los delincuentes pueden acceder a la cuenta corriente de su víctima para realizar transferencias bancarias a cuentas a su nombre.
La detención de Maxim S., de 24 años y nacionalidad rusa, y Yury P., de 37 y ciudadano bielorruso, se produjo el pasado día 5, cuando intentaban cobrar la transferencia por el citado importe en un banco de Gavà. El personal de la oficina sospechó de ambos y se puso en contacto rápidamente con la policía, lo que facilitó su detención.
Facilitar las claves bancarias
Los Mossos imputan a los detenidos, vecinos de esta localidad barcelonesa y sin antecedentes, un delito de estafa mediante el método conocido como phishing (pesca electrónica), un fraude que se lleva a cabo mediante un correo electrónico o mensajería instantánea en el que se piden los datos sobre una tarjeta de crédito y las claves bancarias. Los estafadores suelen utilizar argumentos relacionados con la seguridad de la entidad para convencer al usuario de que les facilite sus claves bancarias.
Una vez consiguen los datos, los delincuentes pueden acceder a la cuenta corriente de su víctima para realizar transferencias bancarias a cuentas a su nombre.
El País (12-11-2007)
