De ser la quinta ciberamenaza mas preocupante en España, las operaciones de “guerra hibrida” ocupan ahora el tercer puesto. Así lo señaló la semana pasada en una comparecencia en el Senado Javier Candau, jefe del departamento de Ciberseguridad del Centro Criptológico Nacional, el CCN-CERT adscrito al CNI.

Candau indicó que este tipo de ciberataque es el que más ha crecido en nuestro país junto con el ciberespionaje, recomendando así a todos los partidos políticos “protegerse”. El experto reflexionó al respecto contando que reciben muchas “llamadas de todos los partidos políticos de la cámara y esa persona que ahora mismo es su jefe puede ser luego el presidente del Gobierno, por lo que, si les han hackeado antes y tienen información, la podrán filtrar (…) hay que aplicar medidas de seguridad”, concluye.

Esta llamada de atención coincide con la que lanzó en su momento el nuevo director adjunto operativo de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, que comparó la ciberdelincuencia con la lucha contra el terrorismo. Incluso el jefe del Estado Mayor del Mando Conjunto de Ciberseguridad incidió este fin de semana en que las ciberamenazas son “la principal amenaza de origen humano junto con la nuclear”. A lo que añadió que “no somos conscientes de que la amenaza más importante está en las conexiones a Internet”.

De comicio en comicio

En algo más de seis meses tendrán lugar las próximas elecciones y el CCN-CERT ha avisado a los partidos políticos por la “demanda creciente” que el Centro Criptológico está recibiendo para vigilar elecciones y auditar su sistema de recuento en nuestro país y cada vez más en países latinoamericanos.

En casos como este, el trabajo de la institución es íntegramente técnico: el objetivo es tratar de impedir que se produzcan incursiones en redes y comunicaciones pertenecientes a esos procesos a través de las cuales se puedan robar datos, manipularlos o dejar webs inactivas, como ocurrió con gran parte de los 75 ciberataques que se registraron contra organismos públicos del Estado durante lo que denominan la ‘operación Cataluña’: la mayor injerencia al estilo de la “trama rusa” que ayudó a Donald Trump a llegar a la Casa Blanca que se ha detectado en España y que fue en torno al referéndum independentista ilegal del 1-O.

Otra cosa que quiso aclarar Javier Candau fueron las acciones que definió como “de desinformación y potenciación de debate”, que se documentaron durante esos días y que estaban dirigidas a “intentar orientar o no la intención de voto de los ciudadanos” y sobre las que el CCN-CERT “no opina”. El debate sobre quién anduvo detrás de aquella intromisión aún no ha cesado; al igual que las sospechas -todavía por confirmar oficialmente- sobre la autoría de Rusia. Una vez más, la respuesta del CNI, fue que dentro del ambiente del ciberespacio “la atribución es difícil”. Candau aprovechó para recordar que “aunque creamos y estemos seguros de que ha sido un determinado país, es muy difícil demostrarlo”.

La investigadora Mira Milosevic-Juaristi puso en evidencia, en un informe del Real Instituto Elcano, que redes sociales y televisiones estatales rusas difundieron mensajes verdaderos y falsos con el fin de desacreditar la democracia española y enfrentar a sus ciudadanos.

Falsedad y suplantación

María Dolores de Cospedal, exministra de Defensa, impulsó durante la anterior legislatura la creación de un grupo de trabajo en el Congreso que tratara de analizar la problemática de las campañas de intoxicación masiva de ese tipo, y las ‘fake news’ para intentar ponerles freno. Pero Margarita Robles, su sucesora, ha comunicado que “no tiene ningún interés” en ese estudio.

Estas ‘noticias falsas’ como munición de la guerra hibrida en crecimiento y permanente evolución están alcanzando dimensiones cada vez más terroríficas. El director del Centro Nacional de Excelencia en Ciberseguridad, Enrique Ávila, advierte de la existencia de herramientas que ya permiten “fabricar vídeos” de apariencia real que sitúan rostros y voces conocidas en situaciones comprometidas, “y que ya se están utilizando en nuestro entorno para exigir a cambio información o acceso a información”. Así que, los partidos políticos ya están avisados.