Al contrario de lo que piensa la gente, el spam no sólo es una molestia, sino que también impone una amenaza real y no está mostrando señales de bajar su ritmo. McAfee anunció los resultados de su Experimento S.P.A.M. (Atacados por el SPAM persistentemente todo un mes), en el cual 50 personas de todo el mundo navegaron en la Web sin protección durante 30 días.
Al tomar parte del experimento, los participantes pudieron visitar cualquier sitio que la mayoría de los usuarios de Internet no se atreven a explorar, con el objetivo de descubrir cuánto spam podían atraer y cuáles serían los efectos. Después de estudiar los blogs diarios y de haber analizado el spam en sí, los investigadores de McAfee confirmaron que los emisores de spam están más activos que nunca, pues utilizan cada vez más trucos psicológicos para atraer a usuarios de Internet y hacer que compartan con ellos detalles de contacto, información de identidad y dinero. El experimento claramente demuestra que el spam sigue en evolución, utilizando más idiomas locales y matices culturales, al igual que refinando bastante más sus objetivos en un intento por evitar la detección.
En el primer experimento de este tipo, los participantes de 10 países recibieron más de 104.000 correos electrónicos spam durante el experimento, es decir alrededor de 2.096 cada uno, el equivalente a aproximadamente 70 mensajes al día.
Una de las metas de McAfee era destacar que, al contrario de lo que piensa la gente, el spam no sólo es una molestia, sino que también impone una amenaza muy real y no está mostrando señales de bajar su ritmo. Para cualquier persona que alguna vez haya querido “hacer clic" y averiguar si una oferta era real “a pesar de ser tan buena como para no creerlo", el Experimento S.P.A.M. de McAfee satisface esa curiosidad, sin ninguno de los riesgos.
Muchos de los mensajes de spam recibidos eran correos electrónicos fraudulentos; mensajes que se presentan como una fuente confiable para adquirir de manera criminal información delicada como nombres de usuario, contraseñas y detalles de cuentas bancarias. Otros llevaban virus y muchos incentivaban la instalación silenciosa de malware en los equipos al persuadir a los participantes a visitar sitios Web no seguros. Varios participantes notaron una disminución de la velocidad de procesamiento de sus equipos, al igual que un mayor número de ventanas emergentes.
“Muchos de nuestros participantes notaron que sus equipos estaban más lentos, lo que significa que mientras navegaban, sin saberlo, los sitios Web estaban instalando malware", comentó Jeff Green, vicepresidente senior de McAfee Avert Labs. “En sólo 30 días, se produjo un cambio bastante perceptible en el rendimiento del sistema de sus equipos. Lo que demostraba claramente cuánto malware se estaba instalando en sus equipos sin que ellos lo supieran".
David DeWalt, presidente y CEO de McAfee, manifestó: “El Experimento S.P.A.M. de McAfee nos demuestra que a pesar de que la gente piensa que conoce los peligros del spam, no comprende su verdadero alcance. Nuestros participantes tienen profesiones muy diversas, provienen de todas partes del mundo y dado su interés por participar en el experimento, tenían conocimiento del problema. A pesar de esto, todos quedaron altamente impresionados por la gran cantidad de spam que atrajeron en tan poco tiempo y de lo que los emisores de spam llegaban a hacer para tener éxito".
Al tomar parte del experimento, los participantes pudieron visitar cualquier sitio que la mayoría de los usuarios de Internet no se atreven a explorar, con el objetivo de descubrir cuánto spam podían atraer y cuáles serían los efectos. Después de estudiar los blogs diarios y de haber analizado el spam en sí, los investigadores de McAfee confirmaron que los emisores de spam están más activos que nunca, pues utilizan cada vez más trucos psicológicos para atraer a usuarios de Internet y hacer que compartan con ellos detalles de contacto, información de identidad y dinero. El experimento claramente demuestra que el spam sigue en evolución, utilizando más idiomas locales y matices culturales, al igual que refinando bastante más sus objetivos en un intento por evitar la detección.
En el primer experimento de este tipo, los participantes de 10 países recibieron más de 104.000 correos electrónicos spam durante el experimento, es decir alrededor de 2.096 cada uno, el equivalente a aproximadamente 70 mensajes al día.
Una de las metas de McAfee era destacar que, al contrario de lo que piensa la gente, el spam no sólo es una molestia, sino que también impone una amenaza muy real y no está mostrando señales de bajar su ritmo. Para cualquier persona que alguna vez haya querido “hacer clic" y averiguar si una oferta era real “a pesar de ser tan buena como para no creerlo", el Experimento S.P.A.M. de McAfee satisface esa curiosidad, sin ninguno de los riesgos.
Muchos de los mensajes de spam recibidos eran correos electrónicos fraudulentos; mensajes que se presentan como una fuente confiable para adquirir de manera criminal información delicada como nombres de usuario, contraseñas y detalles de cuentas bancarias. Otros llevaban virus y muchos incentivaban la instalación silenciosa de malware en los equipos al persuadir a los participantes a visitar sitios Web no seguros. Varios participantes notaron una disminución de la velocidad de procesamiento de sus equipos, al igual que un mayor número de ventanas emergentes.
“Muchos de nuestros participantes notaron que sus equipos estaban más lentos, lo que significa que mientras navegaban, sin saberlo, los sitios Web estaban instalando malware", comentó Jeff Green, vicepresidente senior de McAfee Avert Labs. “En sólo 30 días, se produjo un cambio bastante perceptible en el rendimiento del sistema de sus equipos. Lo que demostraba claramente cuánto malware se estaba instalando en sus equipos sin que ellos lo supieran".
David DeWalt, presidente y CEO de McAfee, manifestó: “El Experimento S.P.A.M. de McAfee nos demuestra que a pesar de que la gente piensa que conoce los peligros del spam, no comprende su verdadero alcance. Nuestros participantes tienen profesiones muy diversas, provienen de todas partes del mundo y dado su interés por participar en el experimento, tenían conocimiento del problema. A pesar de esto, todos quedaron altamente impresionados por la gran cantidad de spam que atrajeron en tan poco tiempo y de lo que los emisores de spam llegaban a hacer para tener éxito".
Diario Ti (3-07-2008)