La Comisión Europea ha confirmado que sus servicios informáticos fueron objeto de un ciberataque durante la tarde del pasado jueves que provocó una ralentización de la conexión a Internet, pero ha negado que haya supuesto la filtración de información.
Según el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, "La Comisión fue objeto de un intento para saturar nuestra conexión a Internet. La Comisión adoptó acciones efectivas en respuesta y no hubo una interrupción del servicio. Sin embargo, la velocidad de la conexión fue afectada por un tiempo y no hubo filtración de información".
Además, Bruselas ha garantizado que sus equipos de seguridad especializados en tecnologías de la información supervisan "constantemente" los sistemas informáticos y "están preparados para responder" en caso de ciberataques.
Con respecto al origen de este ataque, Schinas señaló que "la atribución es difícil porque los atacantes comparten y usan las mismas herramientas y métodos".
CUATRO (25-11-2016)